enero 14, 2010

¡AUTORECOMENDANDOME!

Ayer no fue una buena noche -al menos hasta las 11.30- y tampoco ha sido una semana de las mejores.
Me salió algo de no sé exactamente donde, y he parido un nuevo espacio, el blog rojo, Aventuras en la mitad de la vida.
Así que visitar, amig@s míos. Y esperar que las noches se vayan reproduciendo.
Aunque pueden ser algunas veces días, o cebichitos, no?

Post numerado en 24 horas.

enero 07, 2010

PEQUEÑOS BOCADITOS DE LA SEMANA IV

¡Wow! Un año recién comenzado y algo llovido ya. Me gusta mucho la idea de continuar posteando estas pequeñas cosas, que a veces pasan desapercibidas en tanto facebook, twitter y MSN de nuestras digitales y ajetreadas vidas diarias.

Alma, un corto maravilloso
Luego de tener buenas experiencias con algunos cortos en la red, me encuentro con la referencia a éste en la página de arturogoga. Como dice mi actual tecno-gurú, puede parecer muy sencillito y "pixaresco" al inicio. Sin embargo, el final es el final -¡y eso no le quita lo pixaresco!. Hermosa animación, música y sonido de ensueño. ¡VEANLO!
Es casi una orden.;D

Los Simpson Estonianos
Ridiculeces de por medio, y con caídas o no durante sus casi incombustibles 20 temporadas, muchos -no diré todos, porque no es verdad- amamos a la más disfuncional familia de Springfield.
Pero...
¿Y que pasaría si no fuera allí, sino en un pequeño pueblito rural de Estonia?
Mirad, y reid.

La Lamparita Homicida
TODOS, eso si, hemos visto a la más querida de las lamparitas de escritorio aparecer en algunas de nuestras películas favoritas. ¿Qué pasaría si cambiáramos un tanto la experiencia?
Es algo que se debe ver, no puede haber spoilers.

Se vienen más de estos, puedo sentirlo en el aire. Ahora, ¡saludos a todos!

enero 04, 2010

¡LLUEVE EN AREQUIPA!


Es cosa de nostalgias de la infancia. Me recuerdo a mí mismo, muy niño, esperando las lluvias que siempre venían en la época de navidad. Era la necesidad de sentir el olor a tierra mojada, a cabello mojado, a manos mojadas en cara mojada.

A verme envuelto en un viejo impermeable verde con una raya amarilla, que por alguna razón me hacía sentir como un cocodrilito de metro treinta.
A mirar las gotas convertirse en corrientillas que se hacían más grandes e inundaban las calles de a pocos.
A caminar a saltos para no mojarme mucho los zapatos.

La lluvia de verano en Arequipa era saber que no podías salir al Centro a menos que tuvieras carro, porque caminar significaba mojarse en serio. Y algunos hacíamos eso precisamente para mojarnos en serio.

Recuerdo mi cara cubierta de agua, mi cabello mojadísimo y mis gafas empañadas.
Debía caminar mirando hacia abajo para poder mirar alguna cosa.
Recuerdo aún esas lluvias que lo mojaban a uno de pies a cabeza en dos minutos. Cuando teníamos que escondernos debajo de las mantas de sobrecama porque hacía frío. Y venían los relámpagos y truenos, y cortaban la luz; entonces nos sentaban delante de una cocoa caliente, con un libro de cuentos o una radio a pilas, y uno era niño y feliz por niño sin Nintendo Wii, ni PS3, ni Facebook.
Era uno feliz por niño y gracias a la lluvia.

Ahora las alegrías húmedas duran veinte minutos.
Pero estaba despierto para darme cuenta de la primera lluvia del verano en Arequipa.
Y de veras, para el cocodrilito de metro treinta es más que suficiente.

(La foto es de Jairo Baca Díaz, y fue originalmente publicada en el blog de Arequipa 35 mm)
(Este post contuvo una errate que ha sido corregida. ¡Horror!)

enero 03, 2010

2. HAY COSAS QUE TE PASAN, OTRAS QUE DEJAS PASAR...

... y otras que simplemente se irán, dejándote un sabor extraño en la boca.


Esto de que el tiempo pase por uno tiene sus cosas. En algunos casos el mismo hecho de ver como sucede -porque sería muy pretencioso decir que lo dejas pasar, como si pudieras detenerlo con actitud o cosmética.
En otros, la forma en que lo que va pasándole a uno cambia, evoluciona y se complica con el tiempo. Y si, a veces se hace más sencillo, pero no en la mayoría.


Con el tiempo, bendito tiempo, uno se vuelve más permeable a los desastres o alegrías que vienen. Cada quien tiene, por supuesto, el derecho a decidir qué encaja en cual categoría. Para algunos el divorcio largo tiempo postergado resulta un acto de maldad, para otros un alivio mutuo. Otros esperan un largo tiempo para disculparse por los errores del pasado, otros no pueden soportar no hacerlo inmediatamente, a veces con resultados catastróficos.


¿Será esa la complicación de la vida de la que tanto se habla?
Siempre se oye decir que la vida no es nada sencilla. Vamos, creo que resulta obvio que no lo es; basta llegar a los quince -es referencial, quiero decir adolescencia- y ver como el mundo se nos desmorona por primera vez, con un gran torbellino de cambios inesperados.
¡Ojalá los cambios se detuvieran! Me hubiera gustado encontrar un remanso de paz en algún lugar tranquilo, en algún tiempo más calmado.
Creo que tuve remansos de paz. Algunos tiempos en los que las cosas simplemente fueron como eran. Ojo, no como debían ser. Fueron lo que fueron, y me hicieron muy feliz, así, sencillitas y sin más adornos.


Ahora la agitación es más bien una constante. Digo, me parece que vivo la resaca de algunas malas decisiones -eso sí, siempre mías, no vaya a decirse que echo la culpa a quienquiera desee tomarla. E incluso estas cosas van a irse, lo sé. Sip, han demorado mucho en irse, pero seguramente lo harán.


Esas, creo, son las cosas que le pasan a uno. Las que te pasan.


Están, claro, las que dejas pasar.
Categoría complicada, y ambivalente.


Las que ves como suceden delante de ti, sin que puedas hacer nada; y aquellas que hubieran pasado de manera diferente, si así lo hubieras querido. De esas esta llena la vida.
Me quejo, es costumbre, para mis fueros, de todas la cosas que no sucedieron. Si hubiera hecho aquello, si hubiera tomado aquella decisión, si hubiera gastado más sabiamente, si hubiera...


Si no hubiera hecho aquello -yo sabré qué- mi vida tendría un rumbo muy, pero muy distinto.
Si hubiera tolerado eso, pues ahora estaría a mi lado viéndome escribir este post.
Si no hubiese aprendido a quererme de esta manera, aún estaría justo ahí. Aquí.


Y es justo como se leen esas líneas. Tonto, ¡y muy tonto!
Tal vez la mejor herencia de los 34 anteriores sea haber aprendido, al fin, aunque a veces pese, que las decisiones tomadas lo fueron; son irreductibles, ya está, no hay marcha atrás.


Y entonces resulta que todas las cosas, las buenas, las malas, las que quise y no quise, están juntas todas en el mismo trozo de madera que se va corriente abajo.
Lejos, se van. Y no vuelven porque no las quiero más.


¡HOLA! ¡Empezó el año 35... hacia lamitaddelavida!

Un fin de semana digamos que usual -al menos dentro del margen de lo usual en estos últimos años- es donde comenzó el año 35. Con trabajo, sin alcohol, y algo aburrido.
(Contra todas las creencias, nunca me ha pasado durante el año -como constante- lo que estuve haciendo la nochevieja. Si lo dudaban pues no, esas cosas no son reales)
(Aunque algunas personas me han felicitado, porque dizque voy a tener mucho trabajo este año. Aquel las oiga)

La ausencia de entradas durante las últimas semanas ha sido una mezcla de varias cosas: falta de tiempo (en su mayoría), falta de ganas (si, uno llega a cansarse de uno), una depre medio extraña (de la que les hablé en un post anterior) y un secreto: necesitaba llegar al 1 de Enero con la menor cantidad  de entradas numeradas posible.

Y es que ahora, que ya empezó el año 35, se hace necesario buscar una cábala para que todo funcione, ¿no? Y aunque sé que esas cosas no son reales, pues pega que uno quiera hacer una historia en el año 35 de su vida, empezando con fuerza 35 semanas antes de la fecha.
Sí, cuéntenlas, faltan 35 semanas para agosto 30, cuando llega lamitaddelavida.

Ahora no hay excusas para no postear. Vendrán días y semanas complicados, Pero son 35, es cuestión de verlos uno a uno, una a una, cosa que no duelan si deben, y sean más felices, que seguro lo serán.
Más tarde, post numerado. Ahora, abrazo para todos.